Ángel Hernández reclama a la Junta que actualice el Plan Director de la Concatedral de San Pedro

Los procuradores socialistas exigirán las medidas necesarias para la reparación, conservación y puesta en valor de este doble Bien de Interés Cultural. La humedad y las filtraciones están produciendo daños sobre todo en el claustro. La PNL socialista se debatirá el martes y el objetivo es que se acepte también una enmienda para dotar de partida las intervenciones más urgentes y que se actualice un Plan Director para contar con una trabajada hoja de ruta en colaboración con la Diócesis.

 

El PSOE de Soria ha presentado una PNL, cuyo contenido ha elaborado contado con la colaboración ciudadana como es el caso de Soria Patrimonio, y que será debatida el próximo martes en la comisión. Este texto insta a la Junta de Castilla y León a la conservación, puesta en valor y protección de la Concatedral de San Pedro, doble bien de interés cultural tanto en la parte que afecta al templo como al claustro y que en ambos casos exhiben evidencias de deterioro. El procurador además solicita que se lleve a cabo la actualización del Plan Director de la Concatedral de San Pedro y enumera las deficiencias que actualmente exhibe el valioso edificio y que puede ver tanto la ciudadanía soriana como los turistas que visitan uno de los lugares destacados del patrimonio local y autonómico. “Una mirada al estado actual del lugar demuestra que es necesaria una actuación urgente y también un programa a medio y largo plazo con un Plan Director y trabajar en colaboración con la Diócesis”, ha explicado Ángel Hernández.

En la Comisión de Cultura, el procurador demandará establecer las medidas necesarias para la reparación, conservación y puesta en valor de este doble Bien de Interés Cultural. Además, en juicio del procurador las Cortes deberían incluir las medidas anteriores en el programa 1×1 para, en colaboración con la Diócesis de Osma –Soria, se incluya una vista completa de todo el conjunto: templo, claustro y museo.

 

En la actualidad, la humedad y filtraciones están produciendo daños generales en la Concatedral de San Pedro y especial en el claustro. Hernández señala que a simple vista se puede contemplar el grave deterioro de la madera en el artesonado que hay bajo la cubierta de teja y en la piedra de las arquerías.  “El agua afecta a aleros, canes o cornisas; hay sillares desencajados, grietas, rejuntados con cemento y restos de antiguas intervenciones. La mala evacuación de los aleros está dañando sin remedio los paramentos exteriores de las pandas y los arcosolios, que se deshacen literalmente”, describe.

 

Joya arquitectónica

 

La concatedral de San Pedro, construida entre los siglos XII y XVII, es una auténtica joya de la arquitectura románica castellana. Su claustro es su uno de los mayores de toda Castilla en el que se deja ver la influencia de Silos o de San Pedro el Viejo de Huesca. La perfección en la talla de sillares, la esbeltez de sus columnas y labra de sus capiteles lo hacen excepcional dentro del panorama románico.

La primitiva iglesia fue construida a raíz de la repoblación de Soria por Alfonso I el Batallador mientras que la iglesia renacentista se reconstruyó en el siglo XVI.

En 1929, el claustro fue declarado Monumento Nacional mientras que el templo tuvo que esperar hasta 1979. Esta categoría fue asimilada en 1985 por la figura de Bien de Interés Cultural (BIC).

Al claustro se accede desde el exterior por una portada con arco de medio punto del siglo XVII junto a la torre, pero también se puede entrar desde el interior del templo por otra portada en el ángulo suroriental. Consta de un solo piso de cuadrangular de grandes dimensiones (30 x 30 metros) y conserva tres de sus galerías (la del lado sur se derribó al edificar el templo actual) compuestas con arcos de medio punto sobre dobles columnillas de gran originalidad que descansan en un podio corrido. Sus capiteles de arenisca forman un universo de animales fantásticos, motivos vegetales, alegorías y escenas bíblicas y solemnes.

 

En el año 2009 se celebró una edición del ciclo de exposiciones de Las Edades del Hombre que fue un revulsivo turístico y trajo intervenciones aisladas en su fachada principal y sus cuatro grandes retablos. Desde entonces, el templo ha caído en el ostracismo. El Museo Diocesano-Catedralicio del claustro no se reabrió y la falta de mantenimiento e intervenciones de calado, han agravado su estado de conservación. Frente a otras ediciones, con la llegada de Las Edades del Hombre no se hizo una intervención importante en su fábrica pese a los problemas que ya entonces arrastraba.

 

 

 






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