Los últimos datos conocidos sobre crecimiento vegetativo, sorianos en el extranjero, sorianos repartidos por toda España o la reducción de habitantes de la provincia hace necesarias la adopción de medidas de manera urgente para intentar revertir la tendencia.

 La memoria presentada por la Junta de Castilla y León sobre la evolución de la agenda  para la población en los primeros años pone de manifiesto el fracaso de dicha estrategia con respecto al mantenimiento e incremento poblacional en Soria y en toda  esta comunidad.

Las últimas cifras conocidas en la provincia de Soria no hacen sino corroborar esas cifras, el número de habitantes, los sorianos que emigran al extranjero o los que lo hacen a otras comunidades de españa, ponen de manifiesto que se necesitan medidas urgentes para evitar que la provincia entre en un desierto poblacional. Los constantes datos negativos año tras año de crecimiento vegetativo demuestran que las medidas que se impulsan desde el gobierno autonómico no favorece la fijación de población.

La realidad es que soria tiene saldo negativo de crecimiento vegetativo desde 20 años. La realidad es que 6137 sorianos han emigrado al extranjero, lo que supone un incremento de más del 50% solo en tres años, 30 puntos por encima de la comunidad y la realidad es que la provincia a perdido casi un 1% de su población  en el último año.

Y desde la Junta de Castilla y León lejos de paliar estas cifras con medidas que puedan corregir la tendencia a la baja de la población no hace sino desarrollar acciones que “ayudan” al abandono de las zonas rurales. Medidas como el cierre de los puntos de urgencia que hasta ahora existían en Langa y Medinaceli o los cierres de la ESO en Navaleno, Vinuesa, Duruelo y San Pedro Manrique y el programado para el próximo curso en Berlanga, traen aparejado el futuro abandono de los pueblos de nuestra provincia.

Desde el Partido Socialista de Soria solicitamos a la Junta de Castilla y León medidas  correctoras de estas cifras, medidas que vengan a discriminar positivamente una provincia que cuenta con el menor número de habitantes de toda España, medidas que traigan una luz de esperanza a los cada vez menos sorianos que quedan en su lugar de nacimiento.